El exsecretario de seguridad pública en el sexenio de Felipe Calderón, Genaro García Luna, se declaró no culpable de los cinco cargos que se le imputan durante su audiencia en la Corte del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York.
García Luna está acusado de cometer diversos delitos desde el año 2001 hasta la fecha, entre ellos pertenecer a una empresa criminal, narcotráfico y falsedad de declaración a agentes migratorios estadounidenses.
Cargos por los que García Luna podría obtener una pena mínima de 10 años o cadena perpetua en caso de que llegue a juicio.
La sesión, que se transmitía vía remota, fue suspendida momentáneamente por el juez Brian Cogan debido a las constantes interrupciones de gritos, conversaciones y música de las personas que se habían conectado para escuchar el proceso judicial.
Luego de reanudarse la audiencia, el juez Cogan leyó la actualización de los cargos contra García Luna, a la cual se agrega el delito de pertenencia a una empresa criminal dedicada al trasiego de drogas, con seis agravantes por la distribución de cerca de 53 mil kilogramos de cocaína.
Se trata de la misma acusación por la que ya fue detenido, procesado y enjuiciado el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La acusación detalla que este delito fue cometido junto con otras cinco o más personas, entre las que se encuentran Luis Cárdenas Palomino, ex director de Seguridad Regional de la policía federal, y Ramón Pequeño García, quien estuvo al frente de la División antidrogas cuando García Luna fue nombrado secretario.
La próxima audiencia está programada para el 7 de diciembre de 2020 en la que se podría fijar una fecha tentativa para el juicio, el cual se espera que dure entre dos y tres meses. Aunque todavía existe la opción de que se llegue a un acuerdo extrajudicial.
Genaro García Luna fue detenido el pasado 10 de diciembre de 2019 en Dallas, Texas, acusado de narcotráfico y de recibir sobornos del Cártel de Sinaloa para facilitar los envíos de toneladas de droga a Estados Unidos.
Operaciones que García Luna permitió mientras se desempeñaba como secretario de seguridad en el gobierno de Felipe Calderón y en el contexto de la llamada “guerra contra el narcotráfico”.