‘Rompan todo’, la serie de Netflix sobre la historia del rock en Latinoamérica, no solo es un homenaje a las bandas y artistas que marcaron una época, sino también un breve paso por los conflictos sociales que transformaron a esta región del continente.
La serie, producida por Gustavo Santaolalla y dirigida por Picky Talarico, narra a través de seis capítulos el surgimiento del llamado “rock en tu idioma” o rock en español, un género que para muchos se convirtió en la voz que desafió regímenes y protestó contra la censura y represión en las décadas de los 60, 70 y 80.
México y la prohibición del rock
En México uno de los ejemplos más claros fue la prohibición de los conciertos masivos partir del legendario Festival de Avándaro, un espectáculo de “degenere sexual, encueramiento y mariguaniza” según describieron en su momento los titulares de la prensa más conservadora.
Aquel evento que pretendía ser el “Woodstock mexicano” ocasionaría casi una década de silencio (1973-1980) luego de que el gobierno de Luis Echeverría emprendiera una campaña de censura contra las bandas y conciertos de rock.
Más de 10 años después, el rock mexicano se uniría por una causa: apoyar el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas. Las bandas más importantes de la escena como Café Tacuba, la Maldita Vecindad y Tijuana No! se organizaron para ofrecer conciertos y recaudar fondos para las comunidades indígenas.
Argentina contra el régimen militar
Los cambios políticos y sociales en otros países de Latinoamérica también trajeron consigo la persecución de artistas y bandas que, ante el hartazgo social, se manifestaban contra la opresión de los regímenes militares.
Ese fue el caso del cantante argentino León Gieco, quien cuenta que en 1978, durante los primeros de dictadura, fue citado por un general del Ejército en Buenos Aires, quien le apuntó con una pistola y lo amenazó:
“La próxima vez que cante esa canción le voy a pegar un balazo en la cabeza”.
Se refería a “Solo le pido a Dios”, canción escrita e interpretada por Gieco y que se convirtió en un himno de protesta y a favor de la paz en 1978. La dictadura no tardó en prohibirla.
La Guerra de las Malvinas fue otro conflicto político-militar que marcó un antes y un después en la historia del rock argentino. Mientras Argentina y Reino Unido mantenían una disputa por aquella remota isla del Atlántico Sur, la dictadura prohibió la emisión de rock en inglés e incentivó el género nacional.
Chile y la dictadura de Pinochet
Chile, que también experimentó una violenta dictadura militar encabezada el general por Augusto Pinochet, vio en la música una forma de resistencia.
Uno de sus máximos exponentes, el cantautor Víctor Jara fue asesinado cinco días después del golpe militar de 1973. Jara, quien componía canciones de protesta y era militante del Partido Comunista de Chile, fue torturado antes de ser fusilado en un estadio de fútbol.
Más tarde, en la década de los 80, llegarían Los Prisioneros, un grupo de tres jóvenes chilenos que tocaban música punk. Sus canciones pronto se convirtieron en himnos de rebelión como “El baile de los que sobran” o “Tren al sur” en los últimos años de la dictadura de Pinochet.
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