Después de los agravios mutuos, las indirectas y las directas, el presidente Andrés Manuel López Obrador visitará a dos de los gobernadores con los que no mantiene las mejores relaciones…
Las alertas están encendidas y no precisamente por eso sino porque este jueves el Presidente estará en el territorio del Cártel Jalisco Nueva Generación quien, desafiando a las autoridades de todos los niveles, atentó contra el secretario de seguridad capitalina Omar García Harfuch quien incluso, tenía seguridad adicional.
Ya hemos dado a conocer que, de acuerdo a intervenciones del Centro Nacional de Inteligencia, este grupo delictivo también tendría en la mira al menos a tres funcionarios federales y al propio gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, por “obstruir” sus operaciones delictivas.
Pero en medio de los niveles de inseguridad que implican estos estados, sin duda, será la gira de la reconciliación y es que el Presidente no tiene comunicación alguna con el gobernador de Jalisco, desde aquella ocasión en que lo culpó de orquestar protestas tras la muerte de Giovanni López en manos de policías locales…
También se esperaba la reconciliación en Guanajuato en donde hace unas semanas autoridades federales y estatales se encargaron de echarse “la bolita” en el operativo donde detuvieron a la mamá, a la hermana y a la prima del “Marro”, quienes terminaron en las calles de nuevo, lo que generó incluso fuertes acusaciones del propio fiscal general de la República.
Ya veremos si las reuniones de esta semana son suficientes para que autoridades estatales y federales retomen la coordinación, dejen de lado las diferencias y comiencen a trabajar por y para lo que fueron electos.
La cortesía entre AMLO y Donald Trump
En contra de todos los pronósticos, al Presidente le fue mucho mejor de lo que cualquiera hubiera pensado durante su gira por Estados Unidos.
No recibió malos tratos por parte de Donald Trump y parecía que resultaría más que victorioso con un discurso en el que dejó claras al menos dos cosas fundamentales y que coinciden con lo pensaba como candidato.
El problema estuvo cuando el Presidente cerró su discurso hablando de una gentileza, una bondad, una amabilidad, un respeto y actitud casi santa de Donald Trump que quizá él ha recibido en los últimos meses, no todos los mexicanos piensan así.
Ya veremos conforme pasen los días, si Trump mantiene esa cortesía evidente hacia López Obrador o termina usando los discursos a su favor, que ya ha demostrado, a veces le sale muy bien.