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La “tradición” de alcoholizar a un burro en la isla de la Roqueta en Acapulco viene desde los años 60; ahora, la víctima es Manuelín

Organizaciones animalistas, como Gente por la Defensa Animal (GEPDA), exigen al gobierno de Guerrero el rescate del burrito Manuelín, en la isla de la Roqueta, en Acapulco.

Empresas turísticas obligan al animal a beber alcohol y lo someten a estrés con la finalidad de divertir a las personas.

Manuelín llegó en sustitución de la Coqueta, otro burrito que era el atractivo turístico, de acuerdo con el medio El Sur.

Exigen rescate de Manuelín en Acapulco

El llamado “Burro de la Roqueta” es un atractivo turístico en Acapulco desde hace décadas, explican medios locales. Hoy Manuelín, es quien cumple esa función.

Las asociaciones Defensoría Animal MX y GEPDA exigen a la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez; y a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, rescatar al burrito. Acusan que, aunque es una tradición, esta práctica debe terminar por completo porque los animales “no son objeto de diversión ni atracción turística”.

El Burro de la Roqueta

Esta “tradición” se registra desde los años 60, cuando llevaron a un burro a la isla para transportar la gasolina que alimentaba el faro.

El animal era un bien de la Nación pues la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y lo compró específicamente para cargar el diésel.

Sin embargo, sus cuidadores no le proporcionaban agua y comida, por lo que el burro iba a la playa a alimentarse y beber lo que los turistas dejaban.

Hay varias versiones de cómo el burro comenzó a beber cerveza: un turista se la dio y que a otras personas les pareció gracioso y le tomaron una fotografía, que se volvió pública.

El burrito que bebía cerveza comenzó a ser un atractivo durante los 70, 80 y 90, hasta que murió. Desde entonces continúan remplazando a los animales. Estos burros son obligados a emborracharse, mientras los turistas toman fotos con el animal y le dan de beber cerveza.